Héroes y villanos que todos llevamos dentro: Guardianes de la galaxia

Gran, Gran Película es Guardianes de la galaxia. Hasta ahora el mejor Blockbuster de la temporada, inteligente y divertida, está a la altura de otra gran película para niños: Buscando a Nemo y por eso, a modo de reseña daré 10 razones para verla.



1. Inicia con uno de los recursos dramáticos más efectivos para conseguir que el espectador tenga empatía con el personaje principal.
2. El protagonista es un Batman interestelar. 
3. Los productores y el director utilizan la tecnología digital de manera adecuada , sin abusar de ella.
4. El diálogo final sintetiza el carácter de todos los personajes: son bandoleros con principios (incluso los antagonistas) y todos cumplen lo que prometen.
5. La historia es redonda, no deja cabos sueltos (y eso que se abren muchas historias simultáneas).
6. Para humanizar a los personajes, entran en una serie de dinámicas fuera de lo común (pedas, ligues, exigencias absurdas —sí se mancha ese pinche Mapache, jaja—).



7. Los antagonistas tienen un grado de maldad preciso, ni tanto como The Jocker, ni tan poco como el Villano Reventón (sobre esto último chavitos, búsquense algún comercial en Youtube, para que sepan de qué les hablo).
8. Las partes melodramáticas están bien armadas: nos conmueven sin patetismos.
9. Los chistes son buenos, sin ser ni vulgares ni de pastelazo.
10. Ésta, más que una razón es una petición: no dejemos morir un cine como The movie company (lugar dónde vi la película completamente solo). Único cine que trata de competir dignamente contra los dos monstruos comerciales Cinemex y Cinépolis, presentando un programa como los de antaño: una sala para cada película, funciones siempre en los mismos horarios, no abusa de los comerciales, limpio y de precios accesibles y no apesta a palomitas para inducirte a tragar, cuando deberías de ver la película, pero puedes tomar un trago mientras ves tu función sin que sea "VIP", es decir, sin pagar más por algo que mereces. Sólo le faltó permanencia voluntaria para ser realmente como los grandiosos cines de nuestra infancia: Latino, Mariscala, Cuitlahuac, París, Chapultepec, Olimpia, Pecime, etc.
                                                                        Alfredo Fischer